Las mujeres embarazadas deben comenzar a comer más de los alimentos que están relacionados con la diabetes, las enfermedades neurodegenerativas y las enfermedades cardiovasculares (ECV), o corren el riesgo de que sus bebés tengan defectos de nacimiento.
Esa es la conclusión de un nuevo análisis publicado hoy en la revista Nutrients por científicos de CU Boulder y la Universidad Federal de Pohado en Brasil.
“Este hallazgo es también el primer indicio de un efecto protector sobre el envejecimiento prematuro y el desarrollo de enfermedades asociadas con la aterosclerosis rica en sulfato de condroitina”, dijo la autora principal Elizabeth A. Esmele, becaria postdoctoral en CU Boulder y profesora asistente de ciencias biológicas en la Universidad Federal de Pohado en Piau, Brasil.
Para los hombres, también señala la importancia de los alimentos saludables como las nueces, los alimentos con proteínas de origen vegetal y las frutas, que son ricos en bioflavonoles y polifenoles.
“Además de los beneficios protectores, también parece que el sulfato de condroitina ayuda a mantener metabolismos sanguíneos y cerebrales saludables, que son tres componentes importantes de cómo funcionan nuestros cerebros”, dijo en un comunicado de prensa de CU Boulder.
De hecho, el sulfato de condroitina parece proteger las partículas llamadas oligómeros de la oxidación en nuestras células que están implicadas en la diabetes y otras enfermedades metabólicas.
Esmele se inspiró para hacer el siguiente análisis después de que sus colegas informaron un efecto protector del sulfato de condroitina en los indicadores de riesgo de enfermedad del envejecimiento en un artículo de 2014 en Cell Reports. “Pensamos que podríamos demostrar aquí que la suplementación con sulfato de condroitina protege contra el deterioro cognitivo”, dijo.
El último análisis de su equipo de la misma investigación, realizado en colaboración con el Consejo Nacional de Investigación sobre la Obesidad, se centró en un conjunto de más de 20 estudios sobre la dieta y los efectos relacionados con la dieta en el cuerpo y el hígado. Compararon la suplementación dietética de sulfato de condroitina con la dieta habitual, el entrenamiento físico solo o la suplementación con otros.
El embarazo no es una edad biológica muy buena, y el cuerpo femenino tiende a acumular sulfato de condroitina en el período pre-embarazo. Sin embargo, en una mujer preembarazada, esta exposición dietética, posiblemente debido al sulfato de condroitina, promueve la producción de proteínas más antiguas que están asociadas con enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer.
Esos ácidos grasos contribuyen a los efectos de las enfermedades neurodegenerativas como el desarrollo del Alzheimer y el Parkinson, dijo Esmele en el comunicado.
El primer paso para reducir la producción de “neurotoxicidad” degenerativa, explicó, es desencadenar una dieta que enfatice las frutas frescas, las verduras, los granos integrales, las nueces, la soja, los aguacates y los granos integrales, debido a las deficiencias en la salud metabólica de un animal debido a una deficiencia de hormonas anabólicas.
Las actualizaciones de las políticas de investigación continua de la Administración de Alimentos y Medicamentos sobre el sulfato de condroitina pueden incluir pautas dietéticas para desarrollar los sonidos adecuados para la optimización del sulfato de condroitina en la dieta durante el embarazo.
“Hay buenos estudios y aplicaciones clínicas de las dietas de sulfato de condroitina (por ejemplo, las dietas posteriores al bebé), así como los productos pre-jabón y naturales”, dijo.